MODULO IV

¿Qué es la tecnología educativa?

 La Tecnología Educativa se nos presenta como una disciplina viva, dinámica, contradictoria y significativa a lo largo de la historia de la educación. Viva y dinámica, en el sentido de que ha evolucionado progresivamente, desde los momentos iníciales asociados a la simple incorporación de los medios audiovisuales a la enseñanza a su conceptualización actual como el diseño de situaciones mediadas de aprendizaje, pasando por ser la aplicación de determinadas leyes y principios a la acción formativa, sin olvidarnos de su pretensión para organizar y diseñar el sistema educativo completo. Contradictoria, porque se ha movido desde la pretensión de ser la disciplina que tendría que diseñar el sistema educativo completo, hasta indicar que su campo de acción contempla la mera incorporación de determinados medios a la enseñanza. Y significativa, por la importancia que siempre ha tenido y que tiene en la actualidad con el papel que está adquiriendo la incorporación de las nuevas tecnologías a los procesos de enseñanza-aprendizaje.[1]

La Tecnología Educativa, como disciplina enmarcada en las Ciencias de la Educación, y de forma más amplia, en las Ciencias Sociales, se encuentra en permanente interrelación con éstas.[2]

La Tecnología Educativa se entendió como tecnología de la enseñanza o de los procesos educativos, considerando que la tecnología significaba aplicar el conocimiento científico a una determinada actividad humana con el fin de incrementar la calidad y productividad de dichas acciones.[3]

Se definió la Tecnología Educativa como un campo de estudio interesado por el diseño y control científico de los procesos de enseñanza, como una teoría de la enseñanza, tratando de relacionar la Tecnología educativa con la “ingeniería de la educación” y englobando prácticamente toda la vertiente aplicada de lo que en nuestro contexto cultural ha formado parte de la Didáctica, haciendo especial la referencia a los medios de enseñanza, sobre todo desde que aparecen las tecnologías de la información y comunicación, a las planificaciones docentes altamente definidas, prescritas y objetivadas. Esta perspectiva tecnocrática fue el paradigma dominante en los años 60-70. [4]

Para la UNESCO (1984) Originariamente ha sido concebida (la tecnología educativa) como el uso para fines educativos de los medios nacidos de la revolución de las comunicaciones, como los medios audiovisuales, televisión, ordenadores y otros tipos de hardware y software. En un nuevo y más amplio sentido, como el modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje, teniendo en cuenta a la vez los recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos, como forma de obtener una educación más efectiva.[5]

La Tecnología Educativa ha evolucionado a lo largo de su breve historia desde enfoques puramente tecnológicos que han pretendido entender y explicar mejor lo educativo mediante el aislamiento de las variables y el desprendimiento de sus dimensiones valorativas y contextuales con vistas a garantizar la generalización de las propuestas de intervención, hasta planteamientos más interpretativos y contextuales, en los que se aborda la educación como fenómeno social, político, cultural e ideológico, bajo la primacía de valores sociales y culturales más amplios, análisis alternativos de tipo ético y antropológico, basados en el pensamiento crítico. Se aboga por una reflexión sobre los medios y mediaciones pedagógicas interactiva y dinámica en la que entren en juego categorías como equilibrio entre códigos y formas de expresión y representación del conocimiento, poder y dominación social, factores relacionados con el género y las diferencias socioculturales, etc. Se asume, pues, que los medios no pueden ser aislados de sus contextos sociales de pertenencia y producción ya que son recursos que codifican el conocimiento y la cultura de una determinada manera y en función de unos intereses más o menos explícitos. [6] 

Plomp y Wolde identifican tres momentos de evolución histórica que denominan <<cómo producto>>, <<como proceso>> y <<desde una perspectiva sistemática>>. Como producto, la tecnología educativa se percibe como la introducción en el proceso de la instrucción de toda suerte de materiales, máquinas y hardware que como ayudas técnicas en la enseñanza pueden servir para la presentación, demostración y la solución logística de problemas. En la perspectiva como proceso, la tecnología educativa se centra en el proceso o la técnica seguida para el diseño de software o materiales instruccionales, fase que se encentra potencializada por dos hechos concretos, la formación programada e individualizada, y las investigaciones derivadas de la teoría del refuerzo conductista. La tercera de las perspectivas, se caracteriza por la aplicación del enfoque sistemático como elemento medular de fundamentación, y así surgen definiciones de nuestro campo como la propuesta por la Comisión sobre Tecnología Educativa de estados Unidos en 1970 y que también será adoptada por la Association of Educational  Communications and Technology en 1977, donde se concibe la tecnología educativa como un <<proceso complejo e integrado, que implica a personas, procedimientos, ideas, recursos y organizaciones, para el análisis de problemas y para diseñar, aplicar, evaluar y administrar soluciones a los problemas implícitos en todos los aspectos del aprendizaje humano>>.[7]

·         Subtema: ¿Cómo es la relación maestro-alumno?

La relación es similar a la que se tiene en la didáctica tradicional es decir el maestro va a ser el que tenga todo el conocimiento, sin embrago al maestro se le va a ver  como la persona que refuerza y controla las respuestas del alumno, sugiriéndose, en ese sentido, la responsabilidad de actuar como mediador entre el educando y la compleja red informativa que sobre él confluye. El alumno será participativo, puesto que en este modelo de didáctica lo importante es saber si se están cumpliendo los objetivos deseados, sin importar cómo es que se logren.

·         Subtema: Relación método-contenido

Los contenidos serán los que se señalen en la planeación curricular dependiendo de la materia que se esté enseñando, pero cabe señalar, que estos  contenidos tendrán un orden y una utilidad para el alumno; los métodos también serán los señalados en la planeación curricular, algunos ejemplos pueden ser la memorización, la reflexión, la repetición de contenidos, entre otros, en este modelo de didáctica lo importante no es el proceso que se utiliza para llegar al fin u objetivo, sino que más bien lo importante es el fin mismo.

·         Subtema: Relación aprendizaje-conocimiento

Lo que se desea en este modelo es el cambio de conducta por parte del alumno, por ende la relación entre el aprendizaje y el conocimiento será juzgada en relación al resultado de la conducta en el educando, por conducta no necesariamente se debe entender como valores o conductas buenas o malas, sino que se desea desarrollar en el alumno ciertos conocimientos, habilidades, contenidos, etc., que puedan hacer de un sujeto tipo A un sujeto tipo B, como ejemplo podemos mencionar el siguiente: Los alumnos que ingresan a nivel básico en nuestro país, ingresan teniendo ciertas nociones en el área de la lecto-escritura; una vez que están en el proceso de enseñanza-aprendizaje van adquiriendo y desarrollando nuevos saberes y conocimientos que al egresar del primer nivel de educación básica crearán una nueva conducta a la que se tenía al ingresar, y así poder ingresar a un nivel superior. En este sentido se puede rescatar a  Ausubel en este sentido por el  “aprendizaje significativo”. Lo importante del Aprendizaje significativo, es que se logre que el alumno, confronte el nuevo conocimiento con sus ideas previas, a fin de que lo encuentre interesante, se produzca un proceso de asociación con sus esquemas mentales, para que luego pueda dar una respuesta propia, generándose la construcción de su propio conocimiento, el que puede ser aplicado en otras situaciones.

[1] Cabero Julio. Tecnología educativa. Diseño y utilización de medios en la enseñanza. Paidós. Barcelona. 2001. P.p. 73

[2] Muñoz-Repiso, García-Valcárcel Ana. Tecnología educativa. Implicaciones educativas del desarrollo tecnológico. Editorial La Muralla. Madrid. 2003. P.p. 123

[3] Ibídem P.p. 129

[4]Ibídem. P.p. 129-130

[5]Ibídem  P.p. 163-164

[6] Ibídem P.p. 132-133

[7],Cabero Julio. Op. cit. P.p. 78